Pienso en David Carradine...mi amor de la infancia, de la adolescencia...Mi reencuentro amoroso en la adultez...Mi actor amado...mi amado se quito la vida...¡¡¡Que imprudente, amor!!!
Tal vez no sepa cuanto lo admiré, como me emocionaba verlo en pantalla Kwan Chang Kein...(?) el monje Shaolin, que no hablaba casi...que miraba con una mirada melancólica y meditaba antes de precipitarse a la acción...Sus habilidades en las artes marciales y su postura romántica ante la injusticia. Otros personajes , todos enigmáticos y desordenados...en El Huevo de la Serpiente, en una película mediocre con Sally Field...en alguna que otra aparición estelar, y finalmente en Kill Bill , donde renove y comprendí lo incondicional del amor...amar al ser amado , aunque éste sea odioso!!!Uma Thurman lo aniquiló primero con un toque elegante se desplomó displicente para morir en pantalla para mí por última vez.
Bangkok, un hotel lujoso, un rodaje trunco, una muerte absurda adentro de un placard , sin saber si el fin justifica los medios...o si los medios justifican el fin.
