La Santa Dinero

La Santa Dinero
2010

viernes, 16 de enero de 2009

Soy Feliz Nuevamente

ESTOY INSPIRADA… NO PUEDO PARAR


Soy feliz nuevamente.
La mano hinchada y no de orgullo desplazada por mis gruesas pantorrillas que natura me ha dado.

Hoy 16 de mayo del 2007 a las 16 y 30 hs. he comprado mis primeras botas de caña alta. Tan feliz como el dìa que compré mi primer single de Queen que en su lado A tenía We are de champions, y en su B We were rock you..
Sí, tan feliz como el día que el chico que me gustaba me dio un beso, tan felíz como el día que cobré mi primer sueldo , etc. etc. etc.

Este sueño hecho realidad data de hace mucho tiempo, tanto como cuando mi vecina de enfrente Sandra Pederzzini (se escribirá así?) una niña adinerada y malcriada que me invitaba a jugar a su casa (mansión ante mis aniñados ojos con lentes de aumento ) sólo cuando se peleaba con su amiguita intima” Alejandra la del pasaje” otra adinerada niñita pero un poco resentida.
Recuerdo un hecho que marcó mi infancia; fue precisamente en la fiesta de comunión de Sandra Pedersini (¿o tal vez se escriba así?) Yo era una tierna niñita de 8 años que contaba como única prenda de fiesta un conjunto de remerita y mini-shorts color naranja y rayitas blancas hecho de un material poco noble como el sintetico (¿bucle tejido? ) que unos parientes lejanos, pero con un poco de dinero, habian regaládome para vaya a saber que feliz acontecimiento de mi primavera setentista, tal vez, quizás mi propia comunión que careció del glamouroso festejo que los Pedercini (¿ o asi?) planearon para su caprichosita heredera, sólo unas hostias tristes y desabridas para una triste torta merengosa y rematada por un sol (o algo asi) que incluía las iniciales JHS (¿JesucHristo Superstar?) y compartida por mi hermano mellizo.

Pues bien, retomando la fiesta, que era el evento del año que corria por entonces y me atrevo a asegurar 70 o 71 y en mí significo La Fiesta de mis jóvenes años de niña y preadolescente , sólo equiparables a los quinceañeros cumpleaños que vendrian más adelante. Pues (digo volviendo a mi desconcentrada evocación) contaba con mi atuendo más que provocativo , ya que entonces mis ”ponpis” eran sugerentes a pesar de mi corta edad, para deslumbrar a más de un mocoso impertinente. Era la moda de las botas acordonadas y blanquisimas. Mi madre quiso conformarme comprandome unos zapatitos blancos y unas blanquisimas medias tres cuartos, que en su conjunto, hacian las veces de botitas. Así fui ataviada como una cenicienta en su fiesta de palacio. Recuerdo cómo me miraba en el espejo y esas ridiculas medias tres cuartos en conjunto con los zapatitos no eran ni un poco tan hermosos como las botitas blancas que las niñas de entonces vestian en la fiesta de La Pederzini de Mierda.
………….
Con el correr de los años mis gemelos tomaron sus dimensiones por demás
generosas y jamàs permitieron que bota alguna los contuvieran en su
desmesurada contundencia.
Con el tiempo resigne mis compras a botas cortas o de media caña y que aún haciendo uso de medios inconfesables (las hormas) no lograron que se adaptaran a mi anatomia gemelar. Hoy siendo una mujer adulta, madura y muy segura de mí misma, me dirigi a las zapaterias y dudando un poco , solo un poco, me atreví a pedir “botas de caña alta y ancha” y gracias a la osadia de mi voluntad y la habilidad del vendedor de turno , compré unas hermosisimas botas camel que engalanan mis frondosas pantorrillas. Aboné orgullosa mi compra y salí victoriosa por la puerta grande de las mujeres que saben que algun dia lograran lo que se traen en mente. Y se lo dedico a la ruinosa Pedersini que,hoy debe ser una triste ama de casa con sus cansadas y varicosas pantorrillas cuarentonas ( ¿o No?)
….
No abandoneis vuestros sueños, amigas por más que la realidad no se acomode a la dimensión de los mismo, siempre habrá una oportunidad para
vs. inalcanzables deseos.

Hoy, he llegado agotada de felicidad a esta instancia y escribo esta epopeya en mi compu, con un cigarrillo consumiendose en mi costado , un gato en mi regazo y unas preciosisimas , altísimas y contenedoras botas color camel calzadas en mis altaneras piernas celtas.

Amores

visitas